La asistencia domiciliaria tiene como objetivo primordial la atención sanitaria directa y personalizada, que se basa fundamentalmente en acercar los servicios sanitarios a la población.
Existen muchos beneficios que están directamente relacionados con una asistencia domiciliaria de calidad como es la capacidad de mantener al usuario dentro de su medio más cercano y familiar y facilitarle todas las actividades relacionadas con su inserción y rehabilitación de forma conjunta y directa.
No obstante, tales beneficios no deben impedir que también sea importante detectar los posibles problemas de salud y fomentar el autocuidado, de forma que, en un futuro puedan reducirse los problemas sociales derivados de la salud.
La ayuda domiciliaria va dirigida concretamente a dos casos de pacientes:
- Pacientes que no salen de su domicilio: No pueden desplazarse, salvo en ambulancia, padecen enfermedades terminales, se niegan a acudir a la consulta, acaban de sufrir una incapacidad reciente.
- Pacientes vistos en consultas que deben seguir un tratamiento en su domicilio. Esto puedo darse en casos de sospechas de problemas psicosociales como malos tratos, falta de higiene, entre otros, cuando existen una historia reciente de caídas en el hogar, cuando hay sobrecarga del cuidador, existen determinadas barreras arquitectónicas como pisos sin ascensor, para comprobar la adhesión al tratamiento o la toma de los medicamentos…etc.
Concretamente existen unos objetivos específicos para la asistencia domiciliaria que son la base para construir un servicio de calidad, como son proveer los cuidados de salud, valorar las relaciones interfamiliares, valorar la capacidad del paciente, conocer los recursos familiares, ofrecer toda la información adicional, controlar el cumplimiento del tratamiento, involucrar al paciente y su familia, en fin, todo lo asociado al bienestar.
Para desarrollar esta labor con la máxima eficacia, es importante contar con un equipo de profesionales que van desde el médico de familia, un diplomado en enfermería, el trabajador social y el propio paciente junto a sus familiares. Aunque merece una especial atención la figura del cuidador dentro de la familia.
Generalmente, son las personas familiares que se encargan de atender directamente al enfermo al que se debe orientar y apoyar para mejorar sus habilidades y experiencia. No obstante existen otros recursos como son los voluntarios y demás recursos sanitarios de apoyo que el propio hospital asignado debe proveer al paciente.
Más historias
Sector inmobiliario como foco principal para la inversión en México
¿Cómo aumentar la autoestima después de un divorcio?
Problemas que se resuelven con los implantes dentales